La Ermita
Situada en lo alto de una pared rocosa que se asoma al lago, La Ermita de Santa Caterina del Sasso es, sin duda, uno de los escenarios más sugestivos del Lago Maggiore.
La iglesia
Hasta ella se puede llegar tanto a pie, a través de una agradable escalinata desde la plazoleta (con aparcamiento) encima del promontorio que desciende hasta la entrada a la Ermita, o bien a través de un moderno ascensor excavado en la roca, realizado recientemente por la Provincia de Varese. Otra posibilidad consiste en llegar hasta Santa Caterina en barco que, desde el embarcadero de Laveno Mombello, atraca en el pequeño puerto, y que durante los primeros siglos constituyó el único punto de acceso al monasterio: el acercamiento a través del lago es, seguramente, la manera más "escenográfica" para el visitante, la que sin duda crea el mayor impacto visual. A la iglesia se accede a través de un pórtico formado por cuatro arcos de medio punto, de estilo renacentista. El edificio actual posee una estructura verdaderamente particular, fruto de la fusión de tres capillas, ya referido anteriormente, que eran originariamente distintas entre sí y que fueron construidas en épocas diferentes. Son muy numerosos los ciclos pictóricos presentes fuera y dentro de la iglesia, que cubren un periodo que principalmente va desde el siglo XIV al siglo XIX. Arte e historia se integran espléndidamente en un cuadro natural, uno de los más sugestivos, casi como una balconada que da al golfo borromeo, Stresa y las islas.
Entrando en la ermita, encontramos en primer lugar el Convento meridional (siglos XIV-XVII) con interesantes frescos en la sala de la chimenea, después el pequeño convento (siglo XIII) decorado, justo debajo de las ventanas del primer piso, por una larga serie de frescos del siglo XVII inspirada en la Danza Macabra y, por último, la iglesia, que engloba en su interior la capilla de Santa Caterina.
En la pared del intradós existe otro importante ciclo de frescos del siglo XVI, en el que están representadas Santa Lucía, Santa Magdalena y Santa Caterina, así como igual número de santos, entre los que se puede reconocer a Pedro de Verona y Nicolás de Bari. En el interior de la iglesia, cabe destacar la presencia de un Cristo bendiciendo en forma de almendra, junto a cuatro símbolos de los Evangelistas (Juan, Mateo, Lucas y Marcos) y que domina desde arriba el altar de la iglesia, mientras las dos bóvedas baídas de los lados están ocupadas por los Doctores de la Iglesia en el trono. El cielo pictórico podría aludir a la divulgación de la palabra divina, y fue ejecutado probablemente por un artista que se identifica con el Maestro de San Abbondio. En las paredes de la misma capilla las últimas restauraciones han sacado a la luz restos de otro ciclo de frescos del siglo XIV, entre los que destaca el espléndido fragmento de una Crucifixión.En los tres intradoses, por el contrario, están pintados el Rey David con el cetro y el pergamino, en el lado, hacia arriba, un ángel que despierta al profeta Elías, en el lado interno, y Melquisedec en el trono, en el lado que da al lago.
Il presbiterio è, invece, di puro stile barocco (1610-1612) con affreschi di De Advocatis, tra cui spiccano un "Matrimonio mistico" di S. Caterina, e le figure ai lati dell'altare delle beate Giuliana da Busto e Caterina da Pallanza. Un altro rilevante documento figurativo dell'Eremo è rappresentato dalla Deposizione presente nella Sala capitolare. La cromia vivace e l'energia del dipinto (apprezzabile soprattutto nel gruppo degli armigeri, interessanti anche per la puntualità descrittiva delle armature) che porta a forzare le fisionomie, ne fanno un unicum di grande interesse per l'area varesina, da situare probabilmente attorno alla metà del Trecento.
Entrando en la ermita, encontramos en primer lugar el Convento meridional (siglos XIV-XVII) con interesantes frescos en la sala de la chimenea, después el pequeño convento (siglo XIII) decorado, justo debajo de las ventanas del primer piso, por una larga serie de frescos del siglo XVII inspirada en la Danza Macabra y, por último, la iglesia, que engloba en su interior la capilla de Santa Caterina.
En la pared del intradós existe otro importante ciclo de frescos del siglo XVI, en el que están representadas Santa Lucía, Santa Magdalena y Santa Caterina, así como igual número de santos, entre los que se puede reconocer a Pedro de Verona y Nicolás de Bari. En el interior de la iglesia, cabe destacar la presencia de un Cristo bendiciendo en forma de almendra, junto a cuatro símbolos de los Evangelistas (Juan, Mateo, Lucas y Marcos) y que domina desde arriba el altar de la iglesia, mientras las dos bóvedas baídas de los lados están ocupadas por los Doctores de la Iglesia en el trono. El cielo pictórico podría aludir a la divulgación de la palabra divina, y fue ejecutado probablemente por un artista que se identifica con el Maestro de San Abbondio. En las paredes de la misma capilla las últimas restauraciones han sacado a la luz restos de otro ciclo de frescos del siglo XIV, entre los que destaca el espléndido fragmento de una Crucifixión.En los tres intradoses, por el contrario, están pintados el Rey David con el cetro y el pergamino, en el lado, hacia arriba, un ángel que despierta al profeta Elías, en el lado interno, y Melquisedec en el trono, en el lado que da al lago.
Il presbiterio è, invece, di puro stile barocco (1610-1612) con affreschi di De Advocatis, tra cui spiccano un "Matrimonio mistico" di S. Caterina, e le figure ai lati dell'altare delle beate Giuliana da Busto e Caterina da Pallanza. Un altro rilevante documento figurativo dell'Eremo è rappresentato dalla Deposizione presente nella Sala capitolare. La cromia vivace e l'energia del dipinto (apprezzabile soprattutto nel gruppo degli armigeri, interessanti anche per la puntualità descrittiva delle armature) che porta a forzare le fisionomie, ne fanno un unicum di grande interesse per l'area varesina, da situare probabilmente attorno alla metà del Trecento.
La torre del campanario
Por lo que se refiere a la torre del campanario, su construcción se remonta al siglo XIV, tiene 15 metros de altura, incluidas las cúspides y la cruz, y posee una base rectangular.
Originariamente la torre fue construida como campanario de la Iglesia de San Nicolás que tenía una entrada propia, hoy en día tapiada. En el siglo XVI, cuando las iglesias fueron englobadas en el actual edificio sacro, fue abierta la puerta de entrada que hoy en día permite el acceso a la iglesia desde el pórtico renacentista. El material de construcción con el que fue edificada la torre es de distinto tipo, por ejemplo, en los bordes las piedras son más elaboradas y cuadradas.
La celda de campanas posee una apertura en cada lado: se trata de cuatro tragaluces coronados por un arquitrabe, de los que uno (el que da al norte) ha sido tapiado, mientras los dos visibles están dotados de una columnita que otorga a los mismos un aspecto de bíforas. Interesante es también el oratorio: es el corazón y el primer núcleo del Santuario, cuya edificación se remonta al año 1195. Fue construido sobre un nivel mucho más bajo respecto a las otras partes de la iglesia, con las mismas dimensiones del sepulcro de Santa Caterina sobre el Sinaí. En la parte exterior, encima de la ventana, está representado con la técnica del fresco el transporte del cuerpo de Santa Caterina sobre el monte Sinaí por parte de los ángeles; por otra parte, en la fachada, se ha representado, siempre con la técnica del fresco, la boda de la santa con San Ambrosio, San Gregorio Magno y San Agustín. Estos frescos, desgraciadamente en parte deteriorados, se remontan al siglo XVI. En el interior del oratorio se conservan, desde 1535, las reliquias del Beato Alberto Besozzi, y en la bóveda está pintada con la técnica del fresco una aureola con el Espíritu Santo, bajo forma de paloma y rodeada de ángeles. En el intradós, un fresco de 1892 representa al Beato Alberto durante la oración, en el interior de la cueva desde la cual se veía el lago Maggiore. Gracias a la Provincia de Varese este valioso patrimonio histórico-artístico está volviendo a su antiguo esplendor. En la sala capitular está expuesta una valiosa documentación fotográfica que ilustra la importante actuación de restauración hecha por la Provincia, que inaugura aquí cada año su programa de conciertos de verano.
Originariamente la torre fue construida como campanario de la Iglesia de San Nicolás que tenía una entrada propia, hoy en día tapiada. En el siglo XVI, cuando las iglesias fueron englobadas en el actual edificio sacro, fue abierta la puerta de entrada que hoy en día permite el acceso a la iglesia desde el pórtico renacentista. El material de construcción con el que fue edificada la torre es de distinto tipo, por ejemplo, en los bordes las piedras son más elaboradas y cuadradas.
La celda de campanas posee una apertura en cada lado: se trata de cuatro tragaluces coronados por un arquitrabe, de los que uno (el que da al norte) ha sido tapiado, mientras los dos visibles están dotados de una columnita que otorga a los mismos un aspecto de bíforas. Interesante es también el oratorio: es el corazón y el primer núcleo del Santuario, cuya edificación se remonta al año 1195. Fue construido sobre un nivel mucho más bajo respecto a las otras partes de la iglesia, con las mismas dimensiones del sepulcro de Santa Caterina sobre el Sinaí. En la parte exterior, encima de la ventana, está representado con la técnica del fresco el transporte del cuerpo de Santa Caterina sobre el monte Sinaí por parte de los ángeles; por otra parte, en la fachada, se ha representado, siempre con la técnica del fresco, la boda de la santa con San Ambrosio, San Gregorio Magno y San Agustín. Estos frescos, desgraciadamente en parte deteriorados, se remontan al siglo XVI. En el interior del oratorio se conservan, desde 1535, las reliquias del Beato Alberto Besozzi, y en la bóveda está pintada con la técnica del fresco una aureola con el Espíritu Santo, bajo forma de paloma y rodeada de ángeles. En el intradós, un fresco de 1892 representa al Beato Alberto durante la oración, en el interior de la cueva desde la cual se veía el lago Maggiore. Gracias a la Provincia de Varese este valioso patrimonio histórico-artístico está volviendo a su antiguo esplendor. En la sala capitular está expuesta una valiosa documentación fotográfica que ilustra la importante actuación de restauración hecha por la Provincia, que inaugura aquí cada año su programa de conciertos de verano.